Todos esperamos ese momento, ese
momento que, para los oídos de cualquier adolescente o infante, es la mejor canción
que sea posible escuchar, si, hablo del timbre del último dia de clases, ese
momento en el cual una sensación inigualable compuesta por la combinación de
los sentimientos de felicidad, libertad y gozo se vuelve característica en
nuestro cuerpo. El verano es esa época del año que todos codiciamos. Los viajes
familiares, las juntas de amigos, las quemaduras hechas en la playa, los baños
de piscina, el hecho de dormir hasta tarde, y miles de cosas más podrían describir
lo que un joven considera como placidez.
Es cierto que el verano se basa en diversión
absoluta y alegría sin límites, pero, nunca debemos olvidar quienes realmente
somos, nuestras prioridades y responsabilidades. Asimismo como podemos pasar
una eternidad jugando videojuegos, o un dia completo dedicárselo a nuestros
amigos, o más bien, al descanso, podemos tomarnos un ligero momento de nuestro
verano para planificar lo que sería nuestra vuelta a clases, darnos cuenta en
que fallamos en el año recientemente finalizado, analizar el por qué de nuestro
fallo, para así poder superarnos de la mejor manera posible.
Debemos aprovechar el tiempo del verano para
hacerlo una época fructífera. Esa libertad que tenemos podemos utilizarla para
la planificación de nuestro plan educativo del grado entrante, la felicidad que
sentimos emplearla para ver la reiniciación de clases como un hecho que resulta
beneficioso para nosotros mismos, y toda la energía que tenemos utilizarla como
la fuente motivadora que nos proporcionara las fuerzas necesarias para realizar
las actividades previamente mencionadas. ¿Cuántos de nosotros nos hemos
preguntado “¿Qué puedo mejorar yo como estudiante este nuevo grado?”, o más
bien, ¿Qué haré yo para mejorar?”? Establece metas, presenta propósitos u
objetivos a ti mismo, ten la disposición necesaria para conseguir hacer
realidad los mismos, y te aseguro que al momento de conseguirlos, te sentirás
en la cima del mundo, y una satisfacción incomparable se apoderará de tu ser haciéndote
sentir mejor cada día más. Lo mejor de todo, es que podrás decir con orgullo,
yo sí pude. Haz que este regreso a clases sea único, digno de recordar y lleno
de éxitos.
Después de todo esto, los invito a
reflexionar y tomar en cuenta mis palabras, espero que les haya gustado, y nos
vemos en la próxima. Adiós.
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